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Beca José Luna González
En 1908 nación en Puente Sierra, cerca de la ciudad de México, un obrero que adoraba la música. Tocaba el violín en una orquesta típica, le encantaban los valses mexicanos y su mayor sueño era tener un hijo músico. Se llamaba José Luna González.
Dos generaciones después, su nieta llegó a un pueblo del que no había oído hablar en los 33 años que vivió en México, su país de origen: Arcelia, Guerrero. Estaba haciendo un doctorado en Barcelona y a cambio de su beca debía dar cursos en su país. Había escrito al Instituto de Cultura de Guerrero con la esperanza de dar el curso de apreciación de la ópera en Acapulco o en Taxco y aprovechar para tomar vacaciones. Nunca imaginó llegar a esa ciudad en la entrada de la sierra de Guerrero y nunca imaginó lo que encontraría ahí en pleno siglo XXI. Porque entonces era el año 2004.
Otro de los nietos de José Luna había hecho un doctorado en Inglaterra, pero vive en México y a pesar de dedicarse a las finanzas era un gran amante de las artes. Decidió visitar a su prima en Barcelona en el verano de 2011. No podía saber que su prima le contaría uno de los proyectos más inverosímiles e imposibles: traer a jóvenes artistas de Arcelia a Barcelona. "Algunos de ellos viven en casas sin paredes, en extrema pobreza y otros han perdido gran parte de su familia, pero todos tienen mucho talento", le dijo. Él pensó en lo mucho que le habría gustado a su abuelo esta idea.
Ninguno de los tres podría haber imaginado que un centro cultural en la mitad de la sierra de Guerrero los uniría en un proyecto de rescate de las artes y de apoyo a artistas calentanos.
En una ciudad donde la primera causa de muerte es el arma de fuego y donde le narcotráfico y la inmigración ilegal han marcado la vida de la mayor parte de la población, existe un centro cultural, llamado el "Tecolote", que se dedica a que la tradición musical, teatral y dancística de Guerrero se preserve, pero también a ayudar a esas personas a mejorar sus relaciones sociales, su calidad de vida y su capacidad creativa. La ciudad es Arcelia, Guerrero, en México y el Tecolote es una iniciativa del Maestro Josafat Nava, quien lo financia de manera personal.
Los calentanos dicen en broma que se van al infierno a refrescarse, lo cual sólo se entiende cuando sabes que en invierno están a 34 grados centígrados y en verano llegan a 50.
El centro cultural El Tecolote es un lugar donde se reúne lo mejor y lo peor de nuestro país: el talento natural para el arte, su sensibilidad única, la mala preparación e infraestructura para desarrollarlo, los problemas sociales más graves, la solidaridad y la hermandad típica del país, la deliciosa cocina y la belleza natural junto a la precariedad y a nuestra costumbre de construir ciudades destartaladas desde su nacimiento. Lo mejor y lo peor de nosotros. Todo.
La investigación del Mtro Josafat Nava para rescatar las tradiciones más antiguas de la música, la danza y el teatro de la región, hacen que estos jóvenes tengan acceso a su legado artístico y no sólo aprendan a amar su tradición cultural, sino también a tener una forma de vida que no incluya a la violencia, el narcotráfico o la inmigración ilegal como algo normal en la cotidianidad de la vida. El trabajo de este centro se basa en el hecho de que, si eres capaz de crear con otra persona, tu perspectiva de la relación con ella será completamente diferente.
Muchos de sus integrantes son jóvenes con enormes talentos para la música, la danza, la actuación, la dirección de escena y el canto. El arte contra la violencia es la única respuesta que este centro ha planteado frente a la situación de su población, porque al final el arte es una opción hasta para quienes no tienen opciones.
Este centro no cuenta con apoyo gubernamental. Es una iniciativa privada. El teatro y las instalaciones donde estos jóvenes toman clases, actúan y ensayan, han sido construidas por ellos mismos. Las pocas subvenciones que han llegado a tener son intermitentes y muy poco estables. En este momento no cuentan con ninguna y sin embargo ya tiene a 6 egresados de sus filas estudiando en las mejores escuelas de artes del país.
La beca José Luna González es un esfuerzo financiado por completo por recursos privados, que hace posible que estos chicos de escasos recursos pero mucho talento puedan hacer cursos de perfeccionamiento en la ciudad de Barcelona. Buscamos que la estancia en esta ciudad no implique sólo una enorme mejora de su técnica, sino una experiencia vital que incluya la percepción de lo que es una ciudad sin violencia, de una cultura distinta y de un círculo humano de intelectuales y artistas.
En esta beca colaboran no sólo la financiación material que casi en su totalidad otorga generosamente el Dr. Sergio Luna y la Asociación Cultural la Biblio Musicineteca, imprescindible para el pago de cursos, viajes, hospedaje y gastos, sino también muchas personas que regalan su tiempo enseñando la ciudad, realizando trabajos creativos con los beneficiados y compartiendo su experiencia vital e intelectual. Catalanes, mexicanos que viven dentro y fuera del país y muchos que nunca conocen a los beneficiarios, trabajan para que este proyecto pueda continuar y llevar mejores maestros a los casi 200 alumnos que tiene El Tecolote.
Los objetivos de esta beca son, en primer lugar, que estos chicos vuelvan al Centro Cultural para compartir sus conocimientos y experiencias, de modo que los beneficios de su estancia se multipliquen. En segundo lugar, que tengan la experiencia de que les nutra con ideas nuevas, valores distintos y visiones diferentes. Y por último es que la memoria de un hombre que nos dio tanto, se preserve a través de lo que él más amó: la música tradicional de su país.
Becarios
Hernán Nava Velázquez, violinista, becario 2011:
"Estas tres semanas cambiaron mi vida, me abrieron los ojos, vi otra realidad y me di cuenta que eso es lo que quiero para mi tierra: un lugar sin miedo, donde la mayoría de la gente vive bien y donde está lleno de arte. Yo no sé cómo le haré y si lo que yo hago servirá para salvar a mi tierra, pero yo lo intentaré hasta conseguirlo, aunque me haga viejito y esté en silla de ruedas. Pero quiero llegar al día en que en Arcelia esté lleno de músicos, de bailarines de actores, de artistas; que prefiramos tomar un instrumento que un arma, que defiendan a su gente y no la maten, que sientan su música y conozcan todo lo que el mundo les ofrece. Y saben una cosa, me doy cuenta que no tengo porque acostumbrarme a vivir con miedo, con gente que no tiene que comer, con familias destruidas por tanta corrupción, la única manera de cambiar todo esto es trabajando, formando a las nuevas generaciones, enseñándoles a hacer el arte de nuestra tierra, con el corazón.
"Sé que a lo mejor son solo sueños, pero de sueños sé hace el mundo cuando uno cree en ellos. Soy calentano, toco sones, gustos y pasos dobles, me gusta el tequila y el mezcal, respiro la vida en la nota de un violín para luego morir redoblando en la tabla, el fandango es mi pasión y mi gente es mi esperanza".
Ulises Castillo Montoya, actor, becario 2012:
"Mi estancia en Barcelona ha sido algo corta pero muy placentera, llena de gozo, llena de risas, llena de diversión y claro llena de trabajo jajaja. Gracias maestra, gracias a todos los que estuvieron involucrados, de corazón muchas gracias, gracia por haberme mostrado un mundo donde uno aprende, no solo a convivir, no solo a trabajar, si que uno aprende a ver las cosas de otra manera. Esta tranquilidad que viví en Barcelona, la libertad de el poder caminar en las calles a altas horas de la noche sin ninguna preocupación, sin que pase nada, como extrañaba esos días, esas sensación que hoy ya no se puede sentir en Arcelia y que espero que algún día eso se termine y vuelvan a sentir, que vuelvan a ser libre y tranquila sin ninguna preocupación, mi deber es dejar la semilla en aquellos jóvenes, niños que puede cambiar y transformar esos días oscuros a días claros, ello heredaran mi 'voluntad de fuego'.
"Soy guerrerense nacido en la tierra caliente llevo conmigo lo calentano en mis venas y en el corazón, la danza, el teatro, el fandango son mi delirio y perdición, toquemos al compas del violín, al ritmo de las guitarra y contra tiempo de la tamborita sones, gustos, valses, marchas, pasos dobles y otros tipos de géneros ¿Por qué no? y hasta lo que no se ha inventado, brindemos con mezcal, tequila o cualquier tipo de licor, por ser calentano a mi gente yo no me le rajo".
Margarita Flores, actriz, becaria 2013.
Se trata de una maestra rural. Profesora del Centro cultural El Tecolote durante muchos años. Estudió en Barcelona actuación y música. Hizo un espectáculo sobre versos de Sor Juana y partes de su propia historia. Desgraciadamente cuando volvió a México ella y su familia fueron víctimas de las luchas intestinas del narcotráfico. Afortunadamente no implicó la pérdida de sus vidas. Ella sigue dedicada a la educación y a sacar a sus hijos adelante.
Xochicuicatl Cuecuechtli proyecto artístico 2014
Debido a la terrible experiencia con Margarita Flores, se decidió que en el año 2014 en lugar de traer alguien a Barcelona, se llevara una experiencia de intercambio con una compañía profesional a Arcelia, usando lso recursos monetarios que se dedicaban al viaje. Así fue como la ópera de Gabriel Pareyón , Xochicachuicatl Cuecuechtli se fue a a Arcelia para sus ensayos y estreno. Fue la primera ópera completamente escrita en náhuatl, con una orquesta de instrumentos originarios y estrenada para comunidades indígenas en Guerrero. Después se llevó a la ciudad de México y Guadalajara, Jalisco.
Una de las integrantes era egresada del Tecolote y originaria de Arcelia: Abril Mondragón.
Toda una experiencia para todos los integrantes.
Oscar Ugarte, becario 2015
Maestro de inglés en educación secundaria. Director teatral en el Centro cultural El Tecolote. Su beca en Barcelona en 2015 fue para formar parte del programa Taller Tanta Jove, dedicado a la inserción de la población inmigrante a la sociedad catalana por medio del teatro. Participó como asistente de dirección
Una de las experiencias más interesantes y enriquecedoras, donde tuvo la oportunidad de ser parte del proceso de montaje, pero también de entrar en contacto con la maquinaria teatral profesional y la tecnología escénica.
Los comentarios sobre su trabajo son unos de los mejores que un becario ha obtenido en este tipo de residencias artísticas.
Abril Mondragón, becaria 2016
Desarrolló el proyecto Siuatl, dedicado a recordar las historias de las mujeres de su familia:
"Cierro los ojos y respiro
profundo en un intento de seguir absorbiendo todo lo que Barcelona y su gente
me ha enseñado, no quiero olvidar, no puedo permitirme olvidar. Es curioso como
uno se encuentra en otro país y logra comprender más de dónde viene. México es
mi hogar, pero Barcelona ahora también lo es. La sensación de que se van
conmigo gran parte de estos lugares que conocí con tantas personas, que me
compartieron su tiempo, sus historias, sus conocimientos, sus risas y hasta sus
llantos. No puedo más que agradecer, no solo con la palabra, sino también con
el trabajo. Trabajando en ser la mejor actriz que yo pueda ser. Hay mucho que
hacer y tengo fuerza para hacerlo. Quiero seguir haciendo teatro, que Siuatl
sea conocida por todo México y fuera del país, que Siuatl sea la voz de todas
aquellas mujeres que no pudieron gritar, que gritaron y no fueron escuchadas,
que fueron escuchadas pero no pudieron hacer nada por ellas. Que Siuatl sea
también la voz del perdón, de la reivindicación no solo de las mujeres, sino de
todas las personas que quieren como yo un mejor país. Porque sí es posible,
también es difícil, si, si lo es, pero es posible. Mi abuela me enseñó a creer,
mi madre a ser fuerte. No puedo más que honrar sus enseñanzas y hoy lo hago a
través del teatro, del baile y la música de mi pueblo. Hoy sé que puedo ser escuchada
y que no estoy sola, que es posible vivir en un país sin acoso, sin violencia,
sin armas... sin miedo."
Miguel Razo, becario 2017
"Entre todas las conversaciones que tuve con Enid, algunas veces me preguntó que si yo me había imaginado venir a España o a Europa alguna vez, debo confesar que entre mis sueños y metas de la vida yo había tenido planeado visitar Europa en algún momento, que si lo iba a lograr o cuando lo haría esa era otra historia, no estaba seguro de eso pero de lo que si estoy seguro ahora es que si yo hubiera tenido la oportunidad de visitar Barcelona por mi cuenta, en definitiva nunca hubiera sido la misma experiencia.
Uun mes bastó para cambiar mucho de mi mentalidad en todos los aspectos, ahora vengo enamorado de la ciudad y de las personas, el circulo con que se rodea Enid son personas intelectuales, amorosas, luchadoras, simpáticas y con un interés común, buscar hacer de nuestra realidad un lugar mejor.
La cantidad de vivencias y anécdotas que viví con cada persona la traigo en mi corazón y todas estas nuevas vivencias me hacen pensar que vivir como lo hacemos en Arcelia no tiene que ser así, el sueño de todos de tener una ciudad sin violencia y poder disfrutar de nuestra ciudad sin tener que ocultarnos o vivir de reglas que no son dadas por el gobierno mismo, sino de otros sistemas de delincuencia de nuestra ciudad, no tiene que ser así por siempre, todo esto que traigo conmigo estos nuevos conocimientos y vivencias ahora quiero entregárselo a cada uno de los niños y jóvenes de mi ciudad y también de mi país, quiero mostrarles que vivir así no es lo normal y no tiene que ser así, quiero ser parte de esa cadena que da una oportunidad a los que creíamos que no existe nada más allá de nuestra realidad.
Siuatl, proyecto de creación artística, 2018
El montaje que se inició con la beca 2016 y en el que participaron tanto creadoras mexicanas como catalanas, hizo una gira por Europa que incluyó presentaciones en Barcelona, Madrid y París.
Abril Mondragón, beca de postgrado 2019-2020
La actriz calentana Abril Mondragón recibe la beca José Luna González para estudiar el Posgrado en Teatro en acción social del Institut del Teatre de Barcelona, España. Como resultado de esta beca desarrollará programas de teatro en Arcelia y otras comunidades para difundir las historias de violencia y migración de mujeres. Su objetivo es darle voz a las mujeres de las comunidades aquejadas por la violencia y la pobreza.
